viernes, 28 de febrero de 2014

¡¡CUMPLO 30!! (Parte I: lo celebramos con una reseña muy especial)

Si, señoras y señores, desde hoy entro en la treintena, llegamos a la tercera base, y con ello, espero, a una etapa diferente de la vida. ¿Y cómo se siente una con treinta años? Pues creo que es una edad estupenda. Ya tienes años suficientes como para que, a veces, te invada un poco la nostalgia de cuando eras más pequeña, o más jovencita, y recuerdes todas esas cosas buenas y malas que te pasaron. Esas cosas te han hecho disfrutar, reír, y atesorar buenos momentos en tu memoria, y también sufrir, llorar y madurar. De todas esas experiencias has aprendido y se ha ido forjando la persona que eres, y la verdad es que no cambiaría cómo soy hoy por como era con 5, 10, 15 o 20 años. He aprendido mucho, y he ganado en confianza y seguridad, y aunque es mucho lo que aún que queda por recorrer en ese y otros terrenos, lo mejor de los 30 es también pensar que aún eres muy joven como para tener tiempo de hacer muchas cosas que quieres, en mi caso, por ejemplo, terminar mi carrera con suerte quizá este año, tener el trabajo que quiero, organizar mi vida, tener más independencia, viajar o conocer a alguien especial. Con 30, creo que eres aún muy joven como para pensar en todo lo que te queda por delante, y en todas las cosas malas, o sobre todo, espero que buenas, que te puedan pasar, y para seguir pensando qué te deparará el futuro. ¿Podré viajar y ver las cosas que quiero? ¿Tendré un buen trabajo al fin? ¿Conoceré a alguien? ¿Tendré hijos o los adoptaré? No lo sé... yo seguiré adelante, paso a paso, y ya veremos lo que el destino me tiene reservado. Así que si, creo que los 30 son una muy buena edad, y después de algunos años sin hacer ninguna celebración oficial, esta tarde ya he quedado con mi madre para comprarlo todo para hacer una buena cena de cumple con mis amigos, así que ya os contaré que pasó y os hablaré de los regalitos y demás. Pero antes de eso, de entrada, me he hecho un pequeño autoregalo del que quiero hablaros, y es que ¿qué mejor manera de celebrar mi treinta cumple que reseñando este libro tan especial?


Si, yo fui a EGB. Este libro nace de un grupo de Facebook en el que los nacidos en las décadas de los 70 y 80 (es decir, los actuales treintañeros, casi casi alguno cuarentón) recopilaban anécdotas y recuerdos de la época. Los nacidos en esos años estudiamos, al menos durante gran parte de nuestra vida académica, EGB, aunque los de la recta final como yo la hicimos la ESO. Pero la etapa de EGB abarca desde los 70, con el final de la dictadura y la llegada de la democracia, hasta los primeros 90 de mi adolescencia, cuando ya se cambió la ley educativa. Yo hice al menos, hasta sexto de EGB y luego pasé a la ESO, pero soy una niña nacida en los 80, con muchos de los referentes culturales de la época que aparecen en este libro, que tiene recuerdos y anécdotas maravillosos de esos años. Son esos domingos de paga y chucherías, que comprabas a pesetas y a duros, no al peso, ni a euros. Esos fines de semana y veranos jugando en la calle, al escondite, o la goma (se me daba fatal) o en casa con las muñecas, o a algún juego de mesa. Son las cintas de cassette vírgenes donde grababa mis éxitos favoritos de los 40 Principales, mis carpetas con recortes de la Superpop y mis ídolos como Take That o Backstreetboys. Son esos largos viajes por carretera, cuando salías temprano, casi de madrugada, porque el coche de papá no tenía aire acondicionado, ni cinturones en los asientos traseros. Y viajabas escuchando esas cintas Mix, o esa que buzoneó la DGT con canciones en francés e italiano, y chistes de Gomaespuma. Son las Nocheviejas con el especial de Martes y Trece, y esas pelis de artes marciales, las de Karate Kid o Bruce Lee que tanto molaban, y también otras ya clásicas como las sagas de Indiana Jones o de Regreso al Futuro, los Goonies, Dirty Dancing, o Dentro del Laberinto, de las que tanto hemos hablado por aquí, por no mencionar, por supuesto, Star Wars, aunque yo más bien las viera alquiladas en VHS, o en televisión y no en el cine, era un poco peque o no había nacido cuando se estrenaron (nací en 1984) Es ese chándal de táctel que mamá te ponía para la clase de gimnasia, o las excursiones familiares al campo, que era de espantoso color verde, y no lo mejoraban las rayas blancas y moradas. Y en tus pies, zapatillas Victoria de colores para recorrer el mundo. Son los veranos patinando por el barrio, y dejando solo los patines para bailar con las otras niñas los éxitos del momento. Son las meriendas de Phoskitos, los flashes de diez pesetas, y los de veinticinco con los que te cortabas la boca, y los Mikolápices y Mikicolas, y los Fantasmikos que mi hermana adoraba cuando era tan pequeñina. Son las primeras salidas al cine con las amigas, cuando con un billete de mil pelas de los de entonces, tenías para la entrada, las palomitas, refresco, y te sobraba para el día siguiente. Las cartas de cambiar, esas perfumadas con dibujos de flores y animales, los cromos de los Power Rangers. Series como el Equipo A, El coche fantástico o V (que mi madre no me dejaba ver porque decía que esos lagartos daban mucho miedo) dibujos como Vicky el Vikingo, Heidi, Marco, la Abeja Maya, Ferdy la hormiga, programas como la Bola de Cristal (que no recuerdo demasiado, pero algo sí... no te rías de la Bruja Avería... ) o Cajón desastre, concursos como el 1,2, 3 , el Tiempo es Oro, Juego de Niños con sus gallifantes o el Precio Justo. Y grupos infantiles como Enrique y Ana, que me enseñaron las tablas de multiplicar, Parchís y su Comando G, o Bom Bom Chip y los latinos Onda Vaselina. Los cumpleaños con bolsas de chuches, medias lunas de distintos sabores, y patatas y gusanitos que mojar en la coca-cola. El cardado de mi madre y sus grandes gafas de sol. El viejo ordenador Spectrum de mi prima Beatriz, con el que jugaba con esos juegos de cinta de cassette, y los libros de Elige tu propia Aventura que siempre me prestaba Los juegos y risas con mi prima Scherezade, y luego, de adolescentes, las confidencias y cotilleos. Y podría pasarme horas y horas enumerando los maravillosos recuerdos que me ha traído el libro.

Este libro esta decorado además con numerosas ilustraciones del momento, y tiene cosas divertidas como tests para comprobar si, efectivamente, eres de la época y fuiste a EGB. Creo que reúne los más importantes referentes de una generación a la que me siento orgullosa de pertenecer. Creo que somos una de las últimas generaciones que ha vivido una infancia y adolescencia sencilla, lejos de la era digital que ahora vivimos, y de las raras modas psicológicas de crianza de los niños de ahora. Si hacías algo mal, te reñían y te castigaban, y alguna vez te caía algún cachete. Jugabamos en la calle y no dependíamos tanto de la tele, las consolas o el ordenador para relacionarnos o entretenernos. Si teníamos algo nuevo, lo valorábamos mucho. Teníamos nuestros ídolos de la música, la tele o el cine, y éramos apasionados defendiéndolos, pero no medio locos como estas niñas que ahora adoran al Justin Bieber ese. Hemos visto el mundo cambiar mucho según crecíamos, hacia esta era de ordenadores, smartphones, tablets e Internet en cualquier sitio, y en la que puedes descargar una canción o una peli sin tener que grabarla dela radio o de la tele, aunque algunos digan que no es muy legal. No sé que referentes o recuerdos tendrán las generaciones posteriores, pero la nuestra tiene un montón y son todos de lo más molones. Así que, si tu también fuiste a EGB, rebobinabas cintas con un boli bic, grababas canciones de la radio, veías pelis en VHS, jugabas en la calle, y mojabas patatas fritas y ganchitos de queso en la coca cola, este es tu libro. Si cantabas la música de tus dibus o series preferidas mientras merendabas bocata, y si también aprendiste a multiplicar con Enrique y Ana, este es tu libro. Saca la chupa vaquera llena de pins, los recortes de la Superpop, tu goma Milan que olía tan bien y esos viejos cassettes Mix y a disfrutar con esta divertida y un pelín nostálgica lectura. Y como no podía ser de otra manera, cerramos con unas canciones:



miércoles, 26 de febrero de 2014

UN POCO DE CINE DE MARVEL (Reseñas breves)

Ya sabéis lo mucho que me gustan los personajes e historias de la Casa de las Ideas, y que me encantan sus cómics. Me considero fan del Universo Marvel, aunque dentro de él haya cosas que no me convencen ni me gustan también. Pero desde hace algunos años, andaba algo peleada con la franquicia cinematográfica de Marvel. Desde que se estrenó la primera película de X-Men de Brian Synger, allá por el 2000, la caja de Pandora se destapó y tuvimos pelis chulas de superhéroes para dar y tomar, incluso demasiadas. Admito que no todas eran buenas, pero hubo auténticas joyitas y al fin pudimos disfrutar en pantalla del rico universo del cómic, o como en mi caso, sumergirnos en él y descubrirlo más. Pero luego empezaron a llegar las terceras partes malas, y en particular, X Men 3 supuso para mí una gran decepción. Reconozco que tenía las expectativas muy altas, esperaba ver a mi heroína favorita, Jean Grey (últimamente olvidada y vilipendiada por todos, no sé por qué, y menos en favor de Emma Frost, a la que detesto) convertida en el Fénix en todo su esplendor. La explicación del origen del Fénix que dieron en la peli, mucho más sencilla y bajada a la Tierra que la del cómic, me convenció y hasta me gustó, pero el resto de la peli... mmm... no me convenció la mezcla de la trama del Fénix con la cura, considero que cada una de las dos debería tener su propia adaptación, o en todo caso, se mezclan mejor con otras tramas (ejemplo, la cura con Apocalipsis, como en la serie de dibujos animados de los 90, donde el villano usaba el supuesto antídoto contra las mutaciones para engañar a mutantes para su causa, o el Fénix con Mr. Siniestro, el enemigo tradicional de Cíclope y Jean) Y tampoco me gustaron demasiado las muertes de Scott y del profesor. A partir de ese momento, fue tal el rebote que pillé que pasé de ver pelis de Marvel y me centré en los cómics clásicos de los 70 y 80 (los mejores) Pero... cuidado. Hay que mantener la mente abierta. Pasado mi enfado (después de todo, la peli se estrenó en 2006) me he ido reconciliando con las franquicias de superhéroes, y si bien algunas, como el reboot de Spiderman, no despiertan mucho mi atención, recientemente si me he visto tres pelis Marvel que me han gustado mucho.

La primera de ellas ha sido X-Men First Class. En principio me negué a verla, rebotada con el hecho de que el elenco no se pareciese en nada al auténtico elenco original del cómic, y sobre todo, porque una vez más hubiesen olvidado por completo a mi pareja preferida de Marvel, Scott Summers (Cíclope) y Jean Grey (Fénix), piedra angular para mi, y los primeros X-Men. Sigo rebotada con que no les hayan dedicado el suficiente tiempo, y con que la enorme popularidad de Lobezno (personaje que me encanta, como a todos) lo eclipse todo en las pelis de X-Men. Pero quitando esa cuestión personal, estamos ante una peli divertida, y bien hecha, y ante una buena historia de origen del equipo de mutantes. Tampoco me convencía mucho una relación fraternal entre el profesor Xavier y Mística, eso no estaba en el cómic por ninguna parte, pero me gustó verla, sobre todo por la enorme química de sus dos actores, Jennifer Lawrence y James Mcavoy. Hablando de este último, resulta refrescante y gracioso ver por una vez a un Xavier mucho más joven, e ingenuo, y no la seria figura paternal a la que estamos tan acostumbrados. Como contrapartida, Mcvoy tiene en frente a un estupendo (y sexy, por qué no decirlo) Michael Fassbender, como un Magneto joven obsesionado con la venganza tras lo sufrido en la Segunda Guerra Mundial. La película se abre con él en el campo de concentración, la misma escena original de la primera película, solo que nos cuenta un poco más de lo que pasó a continuación. Sigue teniendo como trasfondo otro momento histórico, con la crisis de los misiles de Cuba, que nuestros héroes se aprestan a impedir. Este hecho es provocado, como no, por nuestro villano de turno, un Sebastian Shaw del Club del Fuego Infernal, encarnado por un actor que domina los papeles de malo, ese gran Kevin Bacon. El elenco es bueno, tenemos grandes efectos especiales, momentos muy divertidos, acción, y buenas referencias literarias, como cuando el propio Magneto se identifica con el monstruo de Frankenstein, buscando venganza contra su creador; o cuando asistimos a la transformación de Hank Mcoy en la Bestia, después de que se nos haya mencionado El extraño caso del doctor Jeckyll y Mr Hyde. El mejor aliciente de la peli es sin duda, ver la juventud de esos dos señores, caballeros y rivales como son el profesor Xavier y Magneto; y que... ¡¡al fin alguien me hace un poco de caso y pone a Emma Forst donde debe estar, con los malos!! Eso me compensa un poco por la falta de atención hacia Jean y Scott. En el lado negativo, comparada con las dos primeras, el tono de esta peli es demasiado juvenil y alegre... no queda mal del todo, ya que estamos hablando de los comienzos, pero este tono jocoso hace que algunos de los momentos de mayor carga dramática de la peli, como la muerte de uno de los estudiantes, o cuando Xavier es herido y pierde la movilidad de sus piernas, pierden fuelle y no llegan a tocarte como deberían. Pero en general, es una peli muy chula y muy disfrutable, sobre todo si te gustan los X-Men tanto como a mí.

Otra que encontraba toda clase de excusas para no ver era Los Vengadores... que si no me mola mucho el equipo, que si no sé mucho de ellos, que si para que tanta peli, que si malas críticas de alguno al que le pareció infantil.... ¿y sabéis qué? Ahora de lo único de lo que me arrepiento es de no haberla visto antes. Esto es Marvel en estado puro. Acción, diversión, y una gran batalla que librar, pero ¡ojo! No es tan infantil como decían. Se habla de temas profundos como dar un paso contra la tiranía, cosa bien reflejada en la escena en que Loki amenaza a un grupo de gente, y un anciano se pone en pie contra él, dispuesto a luchar. También de la importancia del trabajo en equipo. Al principio, los miembros del grupo van cada uno por su lado, y sus opiniones y habilidades distintas harán surgir las diferencias entre ellos. Pero los héroes aprenderán que el verdadero poder reside en lo que cada uno puede aportar al equipo, y en trabajar juntos, y de ahí en enorme simbolismo cuando, tras la batalla, del cartel de Stark en la torre de Tony (Iron Man) solo que la A de Avengers (Vengadores), dado que el personaje se ha enfrentado a sus temores, ha vencido su ego (¿tenemos que mencionar de nuevo el Viaje del Héroe de Joseph Campbell?) y ahora forma parte del equipo. Lo mejor de la peli son sus diálogos, desde las caústicas palabras de Iron Man a la solemne conversación de Thor y Loki, que nos hace ver que son auténticos dioses, y nos recuerda en eterno mito de la Luz y la Oscuridad encarnadas en dos divinos hermanos enfrentados para siempre. Con respecto a Loki, este se comporta como podríamos esperar de él. Según la mitología nórdica, Loki es el Destructor, el que trae la Guerra y el Caos, y bueno... eso es exactamente lo que hace. También me parece importante hablar un poco de Hulk, y de los excelentes momentos que tiene, y no cuando machaca, sino cuando habla Bruce Banner y vemos su desesperación. Entendemos entonces que Hulk es el instinto de supervivencia de este hombre, elevado a la máxima potencia, y su encuentro, desnudo, con el sencillo granjero, nos recuerda a un retorno a lo más primario que hay en cada uno de nosotros. Se nos insinúa también algún tipo de romance entre la Viuda Negra y Ojo de Halcón, que tiene su toque interesante. Así que, buenos diálogos, acción a raudales y diversión. No se puede pedir más, y como he dicho, si uno mira, ve que, bajo la superficie de una peli de superhéroes, esto tiene su tela y su profundidad. ¿Lo negativo? Bueno, a partir de esta peli, Marvel inicia lo que llamaron la Fase 2 de su franquicia de cine, en la que todas las cintas están de algún modo relacionadas entre sí, y tenemos sopresitas en forma de escenas tras los créditos sobre lo que esta por venir. Esto significa, tristemente, que te tienes que ver hasta lo que no te mola demasiado para entender un poco de que va la cosa. Esta bien lo de conectar, pero tendrían que tener cuidado con eso.

La tercera que me he visto es la Lobezno Inmortal. En principio no me llamada demasiado la atención, porque la primera de Lobezno no fue muy allá, entretenida y tal, pero no muy buena. Además, aunque me encanta el personaje (y Hugh Jackman aún más... tela como esta este hombre, que bien le han hecho los dioses... ) repito que me da un poco de rabia que esa gran popularidad que tiene eclipse a otros estupendos personajes de X-Men. Pero que se le va a hacer, es lo que hay. Me da rabia por ejemplo que en la próxima peli de los mutantes, que adapta una de sus mejores historias, Days of Future Past, vaya a ser Lobezno quien viaje en el tiempo y no Kitty Pryde, tal y como se nos muestra en la escena post créditos de esta peli. Pero vayamos por partes. Había leído malas críticas, pero esta peli no es tan mala como la esperaba. Es más, casi diría que es mejor que la anterior, más oscura y solemne. En ella nos encontramos a un Lobezno devastado por la muerte de Jean y todo lo demás ocurrido en la tercera película (la que tanto me decepcionó) ¿Y a donde suele acudir el mutante de las garras cuando necesita un poco de paz mental? Pues efectivamente, a Japón. Lobezno parte en respuesta de la llamada de un amigo, Yashida, un soldado japonés al que salvó la vida en la Segunda Guerra Mundial, y que ahora es un hombre rico y poderoso... que se muere, y teme por su legado. Yashida ruega a Lobezno que proteja a su nieta, Mariko, a quien pretende legar su fortuna, y le ofrece la posibilidad, mediante tecnología, de desprenderse de sus poderes, dejar de regenerarse, y por tanto, de ser inmortal, y vivir una vida humana y normal. Se abre ante nuestro héroe pues, una elección complicada, y más cuando la lucha más importante de Lobezno sabemos que es la lucha interna que tiene contra sus instintos, y por conservar su humanidad y no sentirse un animal. El suele luchar, pues, contra su propia naturaleza y su destino. Este tema, profundo de por sí, unido al ambiente japonés de la película y al imprevisible giro del final hacen que Lobezno Inmortal sea una buena peli que disfrutar si eres muy fan del mutante de las garras. Lo malo es que tampoco es para tanto, y como ya digo, Marvel tiene mutantes para aburrir, no solo Lobezno.

En fin, que por cabezonería estaba negando a ver estas pelis, y ahora que ya les he echado el ojo, me han gustado bastante. Marvel tiene un Universo de lo más rico y complejo, y aún con sus fallos, creo que están haciendo un gran trabajo al intentar trasladarlo a la pantalla. No todas las pelis son perfectas, de hecho, algunas como sobre todo las terceras partes son bastante malillas. Otras como estas son estupendas, y las primeras, para mi, son joyitas del cine de superhéroes. Espero que a DC se le de bien hacer lo mismo con su Universo, ya que, debido al gran éxito de la última trilogía de Batman y de el Hombre de Acero (la última de Superman para despistados) se van a atrever con apuestas más arriesgadas como crossovers y demás. Mi consejo a los fans de cualquiera de las dos casas, o a los que os gusten los dos Universos... sed coherentes. Pedid buenas historias, pero tened la mente abierta a cambios, a elecciones de casting que quizá no os gusten, o a cosas así. Puede, que, por ser cabezones, os perdáis algo bueno. Yo de hecho estoy tan contenta que puede que hasta le de una oportunidad a las nuevas de Star Wars... si son capaces de convencerme, o tal vez, haga lo mismo y un día, años después, las descargue y las vea, si me da por ahí. Seguiremos informando de esta y otras cosas más importantes aquí en el blog. Os espero. ¡¡Besitos!!

martes, 25 de febrero de 2014

LA DOCTORA COLE (Reseña del final de la saga médica de Noah Gordon)

Normalmente, me gusta dejar algo de espacio entre entradas que son de temática parecida, pero en esta ocasión, si me lo permitís, y ya que lo he terminado, vamos a cerrar las reseñas de la estupenda trilogía médica de Noah Gordon, bestseller de los 90 sobre la que me picó la curiosidad al estrenarse hace poco la adaptación de la primera novela. Vuelvo a insistir en que, ante la mala calidad como adaptación de la película, casi es mejor que se abstengan de hacer las otras dos, ya que me imagino que se lo volverán a inventar completamente todo. Sin embargo, los libros están muy bien, muy cuidados y bien escritos, y trabajados desde el punto de la investigación histórica, como corresponde a una obra de este tipo. A través de esta saga familiar, echamos un completo vistazo a la profesión médica, y a como esta ha ido evolucionando y cambiando a lo largo de los siglos. Quizá podemos criticar que se le vea un tanto el plumero al autor en el tema religioso: su nombre ya le revela como judío, y parece como que los Cole siempre tienen a su alrededor a gente judía, siempre representados como devotos y sabios; desde los amigos que conoce en Ispahán el primer Rob J. , Rachel, la chica de quién Chamán se enamora y toda su familia, y también en esta ocasión la doctora Cole entablará una relación con un hombre de esta religión, David Markus. Y que curioso, no parece que se nos cuente el lado más oscuro del judaísmo, el cuál, sin duda, existe, desde luego. Pero ese detalle, aunque me parece importante destacarlo, no ha hecho que no me parezcan buenos libros, que me ha gustado leer y de los que he disfrutado, además de bastante completos. En el otro lado de la balanza, creo que es un acierto cerrar la saga con una mujer como protagonista, después de haber tenido a tantos hombres. Es un toque refrescante, y no tengo demasiada queja de como la figura femenina, que en este libro aparece mucho más, es tratada y representada.

Roberta Cole es una mujer de nuestros tiempos: la novela nos sitúa apenas un par de décadas atrás, en los años 90. Aún no esta en pleno apogeo esta era digital que ahora vivimos en todo su esplendor, pero ya comienza. Roberta es, como sus predecesores varones, una mente adelantada a su tiempo. En su día libre del hospital de Boston en el que trabaja, practica abortos en una clínica de planificación familiar, aún sabiendo que los grupos antiabortistas más radicales no dudan en amenazar, o incluso matar a los médicos que lo hacen. Roberta siempre quiso tener hijos, y no es que le encante el aborto, es más, por ella ojalá esos niños llegaran a nacer sanos y a vivir una vida feliz y plena. Pero sabe que no siempre será el caso, ya sea por problemas de salud, o tal vez otras circunstancias, y defiende que una mujer ha de tener la opción de decidir que desea hacer, y de poder abortar de modo seguro e higiénico si es lo que decide. Igualmente, Roberta alza su voz contra el injusto sistema de salud norteamericano, en el que, como muchos sabéis, quien no tenga un seguro médico se puede dar por arruinado o muerto. Cuando fracasa su matrimonio, ella decide abandonar la gran ciudad y trasladarse al campo, para practicar la que considera que es la medicina más pura: la medicina familiar, en la que se trata a los pacientes con tiempo, con cariño y profesionalidad de todo tipo de dolencias. Quiere ser la clase de médico que se preocupa por el bienestar de la gente, y ver a personas, no números ni expedientes. Al instalarse en un pequeño pueblo, Roberta conecta de nuevo con un modo de vida más sencillo, con la naturaleza, la gente, con su profesión y comienza a reconstruir su vida en plena madurez. Es allí donde conoce a un agente inmobiliario, David Markus, y comienza una relación con él. Pronto cambia su vida, y Roberta alberga la esperanza de vivir con David y con su hija Sarah como si fueran una familia, pero un trágico acontecimiento, que no revelo, aunque si diré que esta relacionado con Sarah, rompe la relación, y aunque un tiempo después Roberta y David se dan una segunda oportunidad, la cosa no funciona. Roberta no logra un príncipe azul, pero de su relación con David saca su gran deseo, al quedar embarazada cuando ya creía que eso no iba a suceder, y fiel a su independencia, decide ser madre soltera, y criar a su hijo en el pueblecito del que ya se siente una más.

Así que tenemos pues a una protagonista en una edad en que muchas mujeres viven una crisis personal y piensan que ya no podrán lograr las cosas que deseaban en la vida. Sin embargo, se nos demuestra que la edad madura puede ser un momento interesante de la vida, un momento en el que se pueden desde luego, seguir viviendo experiencias nuevas y aprendiendo, y en el que incluso, se ven las cosas de otra manera, teniendo en cuenta lo que ya se ha vivido. Desde luego, no es el espíritu de Bildungsroman que nos acompañaba en el primer libro, y hasta cierto punto en el segundo, con la juventud como excusa para hablarnos del crecimiento. No solo se crece cuando uno es joven, sino que también, en la madurez, se puede dar un tipo de crecimiento personal mucho más profundo e interesante, a nivel mental y espiritual. El retorno de Roberta a una vida más sencilla es, en este caso, el toque espiritual del libro, es un retorno a la naturaleza y a los antepasados. Conectando con eso, y reclamando su espacio, Roberta recupera el Don que sus antecesores poseyeron, y que ya casi ha quedado como una leyenda en la familia. También me parece un hermoso final lo de su embarazo, siendo este el perfecto fruto de la plena madurez de la protagonista, y además, completa el ciclo dando a la trilogía un final abierto en el que sabemos que la saga familiar continuará. Como en los casos anteriores, es muy fácil empatizar con la protagonista, y con las mujeres que hay junto a ella, compañeras de trabajo o amigas. Y es como digo, muy simbólico que sea una mujer la que regrese a esa naturalidad para recuperar su camino, y me ha gustado leerlo. Os recomiendo sin duda la trilogía, si es que os apetece leerla, porque es bastante completa: personajes humanos y bien desarrollados, historia, y toques de romance y drama.

Bien, hasta aquí llegamos por hoy. Disculpadme si no ve veis muy inspirada, pero van saliendo las notas de los exámenes y he tenido un suspenso que no me esperaba, y que me ha caído como un jarro de agua fría. Estoy solicitando la revisión, pero ya sabéis como son estas cosas de la burocracia. No espero que me suban la nota, pero al menos, quiero que me expliquen en que he fallado, dado que no lo entiendo bien y a ver si así en junio no me pasa lo mismo, al menos. Os mantendré informados, y espero no llevarme otro susto. Por lo demás, nos seguiremos viendo por aquí. ¡¡Saludos a todos!!

lunes, 17 de febrero de 2014

CHAMÁN (Trilogía médica de Noah Gordon)

Esta es una trilogía que ya fue bestseller hace bastante tiempo, recuerdo que mis padres coleccionaron los tres libros cuando eran socios de Círculo de Lectores. A raíz del estreno de la adaptación del primero de los libros al cine, me picó el gusanillo, y voy a leer la trilogía al completo, ya que la tengo en casa. No sé si harán más adaptaciones, pero siendo que la primera falló como tal sin ser una peli mal hecha del todo, sugiero que, ya que el final del primer libro queda bien resuelto, y no es de necesidad realizar los otros dos para completar la historia, es mejor que lo dejen así, porque para hacerlo mal, que no lo hagan. La película de El Médico se cierra con Rob Cole regresando a su Londres natal, convertido ya en prestigioso galeno. En el libro, se instala en Escocia junto a su esposa Mary y sus hijos. Se convierte en un médico de reputación y su hijo primogénito hereda de él el llamado Don, una especie de toque empático que permite a los Cole saber el estado de salud de un paciente con solo tocarlo, y conocer si este superará una enfermedad, o no morir. Rob usaba este don como uno más de sus sentidos, y, junto con sus conocimientos médicos, era una poderosa herramienta para ayudarle a diagnosticar y tratar pacientes. El libro, mucho más interesante y completo que la floja película, se cierra pues con un final satisfactorio, aunque abierto, en el que se nos da a entender que esta saga familiar seguirá dedicada al ejercicio de la medicina (puesto que el hijo mayor de Rob, del mismo nombre, muestra un gran interés en la profesión médica, y comienza aprender con su padre) y que su peculiar don se irá transmitiendo de generación en generación, de momento, al menos a los varones, aunque, siendo la protagonista del último libro de la saga la doctora Cole, me atrevo a aventurar que las mujeres de la familia también lo poseen, aunque a las mujeres no se nos permitió hasta no hace tanto algo como estudiar o ejercer la medicina. Quizá haya algo más de eso en el tercer libro, pero de momento, es el segundo el que me acabo de terminar. Había razones para ampliar y continuar la saga, y eso es lo que su autor hizo dándonos dos libros más. Reseñamos ahora el central, Chamán, y en cuanto haya terminado el tercero, habrá igualmente la correspondiente reseña.

Bien, lo primero a destacar es que, en este libro, el espíritu de Bildingsroman que tanto respira el otro, y el tema del viaje como búsqueda se nos pierde un poco. Estamos en pleno siglo XIX, el libro abarca las décadas centrales del siglo, desde sus años 30 hasta los 60 o 70 más o menos. En esta época, los avances en múltiples terrenos han comenzado a hacer el mundo bastante más pequeño, pero aún quedan territorios inhóspitos que explorar y en los que abrirse paso. Y uno de esos territorios es, por supuesto, América, y en concreto, los Estados Unidos, un joven país todavía en formación y en expansión hacia el Oeste (los tiempos de la frontera) y al que muchas personas acudían en busca de una nueva y mejor vida. Allí desembarca nuestro nuevo Rob J. Cole, descendiente del anterior. Durante siglos, en Escocia, su familia ha gozado de prestigio como médicos y como ganaderos de ovejas, teniendo una buena e importante posición social. El legado de los Cole ha pasado en forma del viejo bisturí del primer Rob, cedido de padre a hijo, y el primogénito ha recibido el nombre de Robert, y un segundo nombre que comenzara con la letra J. La tradición se ha mantenido firme, y muchos de los Cole se han dedicado a la medicina y han poseído el famoso don. Tras meterse en problemas por un panfleto incitando al nacionalismo escocés y a la independencia de Escocia, Rob J decide poner tierra de por medio y huye a hacerse las américas. No será fácil abrirse paso en una nueva tierra, donde no tiene contactos, ni el prestigio del que gozaba su familia. Pero, por suerte, parece que el sueño americano no se le da muy mal. Pronto, Rob consigue convertirse en el médico rural del pueblecito de Holden's Crossing, una localidad aún a medio construir. Su posición, aunque sencilla, le permite adquirir también tierras y algunas ovejas. Y conoce a Sarah, una joven viuda con un hijo, Alex, y se casa con ella. Pronto, llega el hijo de ambos, al que, por supuesto, ponen de nombre Rob J. Todo parece ir perfecto, pero, siendo aún muy niño, una enfermedad cambia para siempre la vida del pequeño: siendo niño, Rob contrae una fiebre escarlatina, a la que sobrevive, pero que afecta gravemente a su oído, dejándole sordo para siempre. Sin embargo, esto no merma la determinación del joven, que, llegada la edad, siente la misma llamada de sus antecesores por la vocación médica, y lucha por ser admitido en alguna universidad, hasta llegar también él a convertirse en un buen médico. Como detalle, contar que una de las cosas que rompe el espíritu de novela de formación es que la historia no se narra de manera lineal, sino in media res: Rob hijo regresa a casa para el funeral de su padre, y tras eso, conocemos la historia del progenitor, y luego, volvemos al mismo punto para finalizarla.

Así que en esta ocasión, tenemos no a uno, sino a dos Rob. Y comparándolos con el primero, nos podemos hacer una buena idea de como son los varones de esta familia. Todos parecen ser, de entrada, hombres muy adelantados a su tiempo, que comulgan siempre con las ideologías más nuevas y progresistas de su época. Si el primer Rob protestaba enérgicamente porque las religiones impidieran la disección de cadáveres, privando así a los médicos de la posibilidad de estudiar el cuerpo humano y aprender para curar sus dolencias y enfermedades; el segundo alza su voz contra el imperialismo británico en Escocia, y contra la esclavitud en el sur de los Estados Unidos. Son hombres que viven la vida con gran apetito, disfrutan de entrada del buen comer; pero también de beber y celebrar (o llorar si toca) con los amigos. Están ávidos de conocimientos, y sienten pasión por la vocación médica, y por cuidar y ayudar a los demás, y por llegar a ser los mejores profesionales, corren grandes riesgos y luchan con ganas, como cuando el primer Rob no se rinde hasta ser admitido como alumno en Ispahán, corriendo grave peligro al hacerse pasar por judío, y el tercero lucha por demostrar lo bueno que puede llegar a ser a pesar de ser sordo. Viven y disfrutan el sexo sin pudores ni vergüenza por sentir esos instintos, y saben apreciar a todas sus amantes (son bastante conquistadores y les suele ir bien con las mujeres, parece que tienen gancho con ellas) pero cuando encuentran a la adecuada y se casan, lo suelen hacer muy enamorados y son esposos fieles y devotos. Son buenos padres, y aunque dan de cuando en cuando un oportuno puñetazo sobre la mesa, sus ideas avanzadas y progresistas no les dejan ser padres excesivamente severos o autoritarios con sus hijos, con quienes suelen mantener, con sus altibajos, por supuesto, relaciones muy entrañables, cariñosas y cercanas. Dije en su día que el primer Rob era uno de los personajes masculinos más completos que yo hubiera leído, y parece que sus descendientes siguen con la misma línea, lo cual me agrada, ya que es fácil quererles y sentirse identificados con ellos, puesto que son seres apasionados y emocionales.

Tratado el tema de cómo son los Cole, pasaré a decir que, no obstante, esto no es lo más interesante del libro. Yo que quedo con la sordera del tercer Rob, que le hace quizá algo más introvertido y tímido que sus antecesores, y que nos muestra como él lucha por superarse a sí mismo con los problemas que su falta de audición le reporta, y por lograr que la gente vea en él más allá de su discapacidad, que vean algo más que al "chico sordo", y así poder seguir los pasos de su padre y ser él también un buen médico. Esa sordera es también le da una buena excusa para pasar más tiempo con el gran amor de su vida, Rachel Geiger, la chica judía hija de sus vecinos, ya que la joven se ofrece a ayudar a Rob con sus ejercicios con el piano, que la maestra de la escuela a la que ambos asisten diseñó para que el chico aprendiera a detectar mediante el tacto las vibraciones del sonido, y así ayudarle con los problemas del habla que su sordera le provocaba. Será el principio de una relación que no será fácil llevar a un final feliz, debido sobre todo a las diferencias de fe entra la familia de Rachel y la de Rob. Otra relación importante en la vida de Chamán, como apodan a esta Rob, será la que tiene con su hermano Alex, el hijo del primer matrimonio de su madre. Ambos niños, a pesar de no tener el mismo padre, crecen juntos, amándose como hermanos. Cuando Chamán queda sordo, Alex le ayuda a aprender a hablar de nuevo, de adolescentes, comparten confidencias sobre las chicas, o sobre lo que sea; y cuando Alex es herido en la guerra (ya contaré enseguida en cuál) su hermano menor le rescata de un campo de prisioneros, le amputa la pierna herida, y cuida de él con gran cariño y atención hasta que recupera las fuerzas. En cuanto al apodo de este tercer Rob, Chamán, nos da la pista de por donde viene el toque más espiritual de la historia: al llegar a América por primera vez, el padre de Chamán entabla amistad con un grupo de indios sauk, entre los que se encuentra una mujer espiritual o chamana, llamada Makwa-ikwa (Mujer Oso) Ella mostrará al galeno formas más espirituales de ejercer la medicina y la curación, y, a menudo, de niño, Rob pasaba mucho tiempo con ella. Fue Makwa la que detectó en el niño el don, y la que le puso ese apodo. Su violenta muerte atormentará a los dos Rob, padre e hijo, durante todo el libro, aunque no confieso si su asesinato queda impune o no. Finalmente, comentar que el libro tiene, como el anterior, toques históricos. En el primero se mencionaba la figura de Avicena, el gran sabio y médico árabe. En este, se nos nombra al Oliver Wendell Homes, un erudito, historiador, médico e incluso poeta de Massachusetts con quien Rob padre estudia al llegar por primera vez al Nuevo Continente. También se mencionan hechos históricos como la Guerra Civil Americana o Guerra de Secesión, un conflicto de gran importancia para entender la historia de los Estados Unidos, y la guerra en que Alex es herido, y otro momento que marcó la historia de ese país como es el asesinato del presidente Abraham Lincoln, figura que, aún con todo, no se nos presenta tan idealizada como a menudo aparece en la historia, por haber abolido la esclavitud, sino que también se mencionan sus sombras, ya que Rob padre no siente mucha simpatía hacia él por haber ayudado a echar a los sauk y a otras tribus nativas de sus tierras.


Creo que, aunque ese toque de Bildungsroman siempre tan interesante no este en este libro, es también realmente bueno. Hace lo que un segundo libro de una trilogía debe hacer, es decir, expandir la historia a un nuevo nivel, darnos profundidad y dimensión y además, su autor sitúa el libro en un período de la historia americana que, personalmente, me parece fascinante: el período de la expansión hacía el Oeste, de la frontera, de los indios y vaqueros, de los pioneros, y de la Guerra de Secesión, que puso fin a la infancia de los Estados Unidos. Un período de la historia que ayuda a forjar a la que hoy por hoy es la nación más poderosa del mundo, y que es imprescindible para entender la mentalidad y la cultura americanas, con todo lo bueno y malo que esta tiene. El libro me ha gustado mucho, y en cuanto al tercero, ya os contaré lo que me parece cuando lo haya leído. De momento, el título es acertado, así como que se centre en una mujer, una protagonista femenina, puesto que hasta ahora, todo se ha enfocado más en los hombres, y ya que, como he dicho, hemos conseguido conocer bastante bien a los varones de la familia Cole, es hora de conocer a las féminas de la saga. Y, personalmente, tengo ganas de conocer a la doctora Cole. Me despido ya por hoy. Más y mejor, muy pronto. ¡¡Besitoss!!

sábado, 15 de febrero de 2014

3D SÍ O NO

Bien, gente, mientras disfrutáis de este fin de semana, os propongo un pequeño debate cinéfilo, en esta ocasión, sobre el efecto del 3D en el cine actual, y si este es o no positivo, además de si se trata de un efecto especial que realmente, aporte algo de interés y de importancia a una película. Empezaremos viendo un poco como surgió esto del 3D y cómo es que se ha puesto tan de moda ahora, y después sostendré mi posición al respecto. Personalmente, me muestro contraria al 3D. Mi posición es en contra, y os explicaré por qué en mis argumentos. Por supuesto, os invito a participar en este debate, tanto a los que estáis de acuerdo conmigo y sois contrarios al 3D como a los que os encanta este efecto, no os perdéis las pelis en tres dimensiones y las veis todas con vuestras supergafas. Podéis dejar como siempre vuestras opiniones y vuestros argumentos en los comentarios, serán bienvenidos y así animaremos el debate.

Empezamos si gustáis con un poquito de historia. El tema del 3D y de intentar proyectar películas tridimensionales, es tan antiguo como el propio cine. Casi desde poco después de las primeras proyecciones de los hermanos Lumière, se estuvieron intentado desarrollar medios de proyección en tridimensionales, que hicieran a este nuevo medio de entretenimiento y de contar historias ganar en realismo y dejar al público pasmado. Se proyectaban dos películas de celuloiode, separadas por dos colores, el verde y el rojo, y se engañaba a la vista con gafas precisamente con una lente de cada uno de esos colores, para que se percibieran mezcladas las imágenes que recogía cada ojo y crear la sensación de profundidad. Pero no tuvo demasiado éxito, y después de la caída de la bolsa en 1929, el cine se centró en desarrollos más humildes, como el color. En 1934 se introdujo no obstante una novedad al respecto, la cámara estereoscópica, y la Metro Golden Mayer volvió a rodar una de las primeras películas de la historia del cine, la "Llegada de un tren", en 3D, consiguiendo mejores resultados. Pero, con el glamour del Hollywood dorado de la década de los 50, que dejó enormes actores y actrices, y grandísimas películas, el tema del 3D quedó un tanto olvidado. Ya a partir de la segunda mitad del siglo XX, con las mejoras tecnológicas y entrando poco a poco en la era digital que vivimos de pleno ahora, los avances permitieron mejorar el 3D. Las lentes polarizadas, desarrolladas por Polaroid, permitían ver el color en tres dimensiones, y en los años 60, se desarrolló el sistema Space-Vision 3D, que permitía superponer las dos películas necesarias para crear el efecto con un solo proyector. En los años 70, hubo mejoras que permitieron no correr el peligro de que las dos películas se desincronizaran. El formato IMAX, que llegó en los años 80, revivió temporalmente el fenómeno 3D, pero volvió a caer en desuso hasta esta última década. Fue sobre todo el estreno de la película Avatar de James Cameron lo que le dio nuevos vuelos, mejorando la técnica y combinándola con otras como la captación de movimientos. Para mí la película esta sobrevalorada en cuanto a historia, guión e interpretaciones, me resulta bastante insulsa y floja, pero reconozco que técnicamente es espectacular, y eso que no la vi en 3D. Desde entonces, muchas películas se pasan a las tres dimensiones, o son rodadas directamente en esta versión, y ya se ha hecho muy común que se proyecten en las salas comerciales a las que vamos todos a disfrutar del cine. Incluso producciones exitosas de antes del 3D, como Titanic, han sido convertidas, y la televisión desarrolla ya maneras de implementar este efecto, aunque los televisores 3D son aún demasiado caros para el común de los mortales, y esta el tema de las gafas, claro.

Sin embargo, la reflexión que yo hago es... ¿aporta realmente algo este efecto a la calidad de una película? Sinceramente, opino que no. Yo miro la calidad de una cinta por su guión, su dirección o sus interpretaciones. Eso es lo que realmente me importa: que me cuente  una buena historia, o al menos me entretenga, que este bien hecha y bien interpretada, y lo demás no cuenta demasiado. Claro que los efectos especiales y visuales ayudan a ganar realismo a una película, sobre todo y en especial, a las de mi género favorito, la ciencia-ficción y fantasía. Pero estos deben estar siempre al servicio de la historia, eso es lo más importante. Hoy en día, no hay gran producción que no tenga un despliegue pantagruélico de explosiones, vertiginosos giros de cámara, destrozos y cosas que vuelan por los aires. Y sí, es muy impresionante, desde luego, pero no suele ser con lo que yo me quedo, e incluso a veces me parece que se abuse de ello. Claro que, en este sentido, el 3D ayuda a ganar realismo, y a que luzcan más algunas escenas, pero... cuidado. Estamos hablando de un efecto que nos obliga a rodar una película entera pensando en él, escribiendo escenas para su lucimiento, y utilizando técnicas especiales para que quede bonito. Esto, gente, no es un efecto como a mi gusta, al servicio de una historia, que le ayude a ganar realismo, a impresionarnos un poco y a contar incluso mejor lo que queremos decir. Este es mi principal problema con el 3D: noto que las películas, como Avatar, o las de el Hobbit, son rodadas por y para este efecto, y no al revés, como debiera de ser. No lo estamos usando para mejorar la película, su guión, su historia, sino solo para embaucar al espectador, embobándolo con impresionantes imágenes. En tiempos donde seguimos teniendo el espinoso tema de la piratería y las descargas, donde volvemos a una crisis económica muy fuerte que parece que no quiere dejarnos, y donde encima, el IVA cultural en este país esta por las nubes, va el cine y se abraza al 3D como excusa para impresionarnos, y encarecer el precio de las entradas, como si ya no te costara un riñón y un ojo de la cara poder ir al cine. ¿Y todo para qué? ¿Vamos a ver algo que realmente mejore las películas? No desde el punto de vista que importa, que es el de la historia y los personajes. Hace poco he revisado de nuevo la saga Star Wars, y a las originales, honestamente, en la técnica y aún habiendo sido remasterizadas, se les ve un pelín las costuras. Incluso las precuelas resultan modestas en el aspecto técnico, comparadas con el cine que se esta haciendo ahora, desde hace unos diez o cinco años para acá. ¿Pasa algo malo con esto? No, porque la historia sigue siendo tan grande y épica como siempre. Y si veo cualquier clásico de los 80, de esos que disfruté de pequeña, como los Goonies, Dentro del Laberinto, o el Chip prodigioso, me pasa lo mismo. Veo que, técnicamente, se empieza a ver que los efectos que usaron en su día ya se han quedado anticuados, pero sus historias siguen siendo geniales, y eso es lo que más importa. Como contrapartida al 3D, un efecto que obliga a directores, actores y técnicos a no pensar más que en él, hay otro que sobre todo fue perfeccionado por Peter Jackson en la trilogía original de El Señor de los Anillos, un efecto que sí esta al servicio de la historia, y que sí le ayuda a ganar realismo con relativa comodidad, y sin que haya que pensar en escenas para que luzca superespléndido (basta con algunos primeros planos para que se vea lo bien que ha quedado) Este efecto es, por supuesto, la teconología de captación de movimientos, que, con un traje de sensores, permite captar la interpretación de un actor o actriz, y traspasarla a un personaje hecho por ordenador, que será dotado de voz y de vida gracias al intérprete que hay detrás, y quedará, con ayuda también de una animación más sofisticada, verdaderamente bien y real. Finalmente, con respecto al 3D, esta el tema de la incomodidad de las gafas. Quizá los que tenéis la vista sana esto no es un problema tan grave, pero para mí, gafotas desde pequeña, es un pelín incómodo tener que ponerme dos gafas, sobre todo para mi pobre nariz. Y si me quitara las mías, pues como comprenderéis no vería ni tres en un burro. Además. el efecto a veces me incomoda un poquito la vista, se me secan mucho los ojos. Y este tema de las gafas, en el cine es un mal menor, pero con la tele... ¿qué esperan que veamos en 3D, el Sálvame, el fútbol, y otros rollos que echan? ¿De veras verías un partido de fútbol o una carrera de F1 con esas gafitas, en lugar de cómodamente repachingado en tu sofá, aficionado a los deportes? ¿Las abuelas van a ver la telenovela y los cotilleos con gafas 3D? ¿Los documentales de La 2, dormiremos la siesta con ellos de fondo y las gafas 3D puestas, por si acaso? ¡¡Vamos ya!! Demasiado ambicioso para la baja calidad general de la televisión en este país.




En conclusión, que no estoy nada de acuerdo con el invento. De cuando en cuando, veo alguna peli en 3D, por supuesto, pero no me es estrictamente necesario verla en esa versión. Si los demás quieren, perfecto, la veo entonces, como no. Pero en mi opinión, estamos hablando de un elemento que no aporta nada a lo que significa que una película sea buena de verdad, que es una excusa para encarecer aún más el ya caro precio de la entrada de cine (un artículo de lujo, desgraciadamente para muchos, en estos tiempos de crisis que corren) que no combate la piratería ni las descargas que llaman ilegales, y encima, es un tanto incómodo tener que verte una peli con dos gafas. No sé cómo pensaréis los demás, a mi esta moda del 3D no me convence demasiado. Espero vuestras opiniones y argumentos en vuestros comentarios, para que abramos debate al respecto del tema. Por lo demás, sigo en muy buena racha de inspiración bloguera, así que, muy pronto, más y mejor por aquí. ¡¡Nos vemos!!

jueves, 13 de febrero de 2014

ESPECIAL LITERATURA: LA BELLA Y LA BESTIA

Hoy tenemos la segunda parte de este pequeño especial de literatura y mitos. En este caso, tocaremos el tema de la Bella y la Bestia, pero no, no hablaremos en ningún momento de la preciosa película de Disney. El realidad, este historia, como todos los cuentos, esconde muchos recovecos interesantes de psicología y mitología, y nos habla de la bestia que habita dentro, de lo peor de nosotros mismos y de como el autocontrol y el amor pueden superarlo. La bestia no es sino nuestros peores instintos, la maldad, la agresividad, el animal que tenemos en nuestro interior, y que a veces, puede salir de la manera más inesperada. Por supuesto que el mito también puede tener una lectura romántica, invitándonos a amar a las personas no por su aspecto externo, sino por la riqueza y bondad que puedan tener en su interior, que es lo que cuenta. Pero el tema de la bestia interna, es desde luego, mucho más interesante, y es algo que la literatura ha tratado desde las mitologías más antiguas, donde encontrábamos todo tipo de seres monstruosos y horribles (sirenas, cíclopes, gorgonas, minotauros, y eso sólo en la mitología clásica) Esta parte del mito de la Bella y la Bestia nos lleva a cuestionarnos qué nos hace humanos en realidad, en que nos diferenciamos no ya de los animales que hay a nuestro alrededor, sino de esos monstruos que pueblan nuestras pesadillas, y representan nuestros peores miedos e instintos. Con respecto a los roles de género y la relación entre hombres y mujeres, creo que este mito en particular tiene mucho que decir, y se da a una lectura bastante interesante. La Bestia representa una masculinidad agresiva y dura, la que una sociedad patriarcal suele imponer a los varones, y su aspecto animal más que humano puede ser un buen símbolo de la coraza emocional que llevan muchos hombres. La Bella también representa una feminidad muy clásica y típica del patriarcado, una joven dulce, hermosa, dócil, receptiva... casi una Perséfone, adentrándose en su Inframundo al conocer la rudeza y violencia de la Bestia, y por tanto, haciéndose más fuerte, la Reina de su Mundo Inconsciente. Pero es precisamente su feminidad receptiva lo que hace que la Bella sepa que hay algo más bajo el duro y fiero aspecto de la Bestia, y es al permitir que ella se acerque, al permitirse ser amado, como la Bestia recupera su bondad y su humanidad, y al final, ambos terminan formando una pareja armoniosa. Así que el mito tiene muchas reminiscencias de Hades y Perséfone, comenzando con cierta crudeza, pero terminando en felicidad y equilibrio.

El origen del cuento, que sería importante conocer, se podría remontar, como no, a la Antigua Grecia, donde aparece por primera vez en el mito de Eros y Psique. Posteriormente, la historia cambia, se adapta a los gustos de la Europa medieval, y sobre todo, en Francia, comienzan a aparecer diferentes versiones. La más conocida y usada es la de Jean-Marie Leprince de Beaumont, en la que la hermosa Bella es la hija menor de un sencillo mercader, teniendo dos hermanas vanidosas y celosas de ella. Cierto día, el padre partió a realizar nuevos negocios, que podrían ayudar a la familia a recuperar la prosperidad económica perdida. Las dos hijas mayores le pidieron caros regalos, pero Bella le dijo que tan solo quería una rosa. Viajando, el mercader vio un precioso rosal en un lúgubre castillo, y cortó una rosa para Bella. La Bestia le sorprendió y le tomó prisonero, pero el mercader le habló de sus hijas, y de que ellas le necesitaban, y la Bestia accedió a dejarle ir, a cambio de que una de las muchachas ocupara su lugar. Bella se ofreció voluntaria, y fue conducida al castillo de la Bestia. Durante algún tiempo, la Bestia fue gentil y amable con ella, incluso le pidió su mano en matrimonio, pero Bella no quería casarse con él. Un día, ella vio en un espejo mágico que su anciano padre estaba muy enfermo, y le rogó a la Bestia que le permitiera verle una vez más. Al principio, se negó, pero finalmente, la Bestia le concede permiso a Bella para visitar a su padre durante una semana, haciéndole prometer que regresará. Sin embargo, las dos hermanas tienden a Bella una trampa para que retrase en su regreso al castillo, y al incumplir su promesa, cuando regresa, encuentra a la Bestia muriendo de tristeza, creyendo que ella le ha abandonado. Bella le confiesa su amor, y la Bestia le transforma en un apuesto príncipe. Las hermanas son transformadas en estatuas, y Bella se casa con el príncipe, viviendo ambos felizmente juntos. Hay otra versión, más extensa, de la escritora Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve, mucho más extensa, que cuenta mucha más del entorno familiar de ambos protagonistas.

Este mito, como tantos otros, tiene mucho reflejo en historias más modernas, como en el cine y las series. Es particularmente importante en la literatura juvenil sobrenatural, tan de moda ahora, donde siempre vemos a la Bestia en forma de algún ser como vampiro o licántropo, y siempre hay una joven humana, bella e inocente, que se enamora de semejante monstruo. De hecho la CW americana, que adaptó los libros de The Vampire Diaries a una estupenda serie, ha realizado otra de este popular mito y cuento


Pero no es este el ejemplo que quiero poner, no sigo esta serie, y no sé como es. Siendo de la CW, me atrevo a aventurar que tendrá un tono romántico y adolescente, pero no se si es buena o mala, ya que no la he visto. Y además, existen en el cine y en la literatura ejemplos mucho más interesantes, como los siguientes. Curiosamente, en ninguno de ellos se da exactamente una relación romántica, ni un final feliz de comer perdices, pero aún así, ambos personajes establecen una conexión interesante, actuando en algunos casos uno como reflejo del otro, y aunque no es un romance al uso (y menos mal, que eso ya esta muy trillado) a través de esa relación, de ese reflejo, ambos cambian y maduran.

1. EL FANTASMA DE LA OPERA Y CHRISTINE DAEE: 


Además de ser una conmovedora historia, y uno de los más bellos musicales que se hayan escrito, la historia del Fantasma y de Christine tiene fuertes reminiscencias de este mito, y del de Hades y Perséfone. Christine comienza como una bella e inocente bailarina del coro, una doncella en su pardo al más puro estilo de Perséfone, un ejemplo de belleza y dulzura femenina como Bella. El Fantasma es el monstruo que se oculta en sus catacumbas, el Hades de su Inframundo, la Bestia. El descenso de Christine a la guarida del Fantasma simboliza el dejar atrás su doncellez, la seguridad de su prado, y adentrarse, como Perséfone, como Bella, en un mundo mucho más oscuro, pasando de ser la corista a toda una prima donna. Su atracción por el Fantasma es una mezcla de fascinación y admiración por ese genio que espolea su talento, y despertar del deseo sexual. Al conocer la compasión y el cariño de Christine, y permitir que ella se reuna con Raoul, el Fantasma recupera algo de su humanidad perdida (perfectamente simbolizada por la máscara, y la desfiguración de su rostro) y aunque no obtiene el amor de su musa, encuentra al menos, algo de paz, y si bien no se convierte en un apuesto galán, al menos vive el resto de sus días sabiendo que hizo lo correcto, y como un ser humano más completo.

2. HANIBAL LECTER Y CLARICE STARLING


Por sorprendente que parezca, encuentro en estos dos muchos detalles de la Bella y la Bestia. Desde luego es difícil saber si un ser como Haníbal Lecter, perfecto epítome de la maldad sofisticada y terrible,  y un auténtico psicópata, es capaz de sentir algo por alguien. Pero yo siempre he creído que es muy evidente que admira y respeta a Clarice, y que puede ver lo capaz e inteligente que ella es. Por eso, asume el papel de mentor, dejándole caer las pistas para que ella resuelva el caso de Búfalo Bill, y consiga convertirse en toda una investigadora del FBI. Puede que Clarice no se un ejemplo de feminidad tan inocente y dulce como la de una Perséfone, o Bella, ella siempre ha estado sola y es una mujer que sabe cuidar de si misma, pero sin duda, también es aún joven e inexperta. Su descenso por las escaleras hacia la celda de Haníbal es en toda regla un descenso al Inframundo, a un entorno peligroso y oscuro, que la hará madurar y adquirir la experiencia necesaria para dejar de ser una novata. Al final de la historia, ambos consiguen un beneficio mutuo de su relación. Haníbal consigue escapar y volver a ser libre, y Clarice resuelve el caso, marcándose el tanto que le ayudará a empezar con buen pie en su carrera en el FBI. 

3. SANDOR CLEGANE Y SAMSA STARK 


En Juego de Tronos, una saga rica en psicología, mitos, historia y personajes complejos, encontramos a dos que responden a este patrón de la Bella y la Bestia que buscamos. Sandor Clegane, apodado el Perro, es un caballero cuya familia ascendió recientemente en la escala social, al salvar su padre de Tywin Lannister de una muerte segura a manos de sus leones, ayudado por sus perros. A la familia Clegane le fueron concedidos honores de caballería por ello, honores que pasaron a la siguiente generación, en Sandor y en su hermano mayor Gregor. Pero no por ellos los chicos fueron más felices: Gregor, al que llamaban la Montaña por su gran tamaño y fuerza, era un matón de mucho cuidado, al que le encantaba atormentar a su hermano pequeño. En cierta ocasión, vio a Sandor con uno de sus juguetes, y eso fue suficiente para que desatara una violenta agresión contra él: metió la cara del chiquillo en brasas ardiendo, produciéndole graves quemaduras y la desfiguración del rostro (de nuevo la herida física, la máscara y la desfiguración como símbolos de la herida emocional y de la coraza con que la cubren a menudo los hombres) Desde entonces, y a pesar de ser uno, Sandor detestó a los caballeros, e hizo gala de un comportamiento tan brutal como el de su hermano, tapando con ello sus miedos y debilidades (bien simbolizadas por su terror al fuego) Sansa es la mayor de las hijas de los Stark, la más poderosa familia del Norte de Poniente. Una serie de circunstancias que serían largas de narran hacen que la joven se encuentre prisionera en Desembarco del Rey, en la corte y capital de Poniente, a merced de los enemigos de su familia, los Lannister, y de las maquinaciones de la reina Cersei. Es ahí donde ambos se conocen, siendo Sandor guardaespaldas del odioso príncipe Jofrrey, con quien Sansa soñaba con casarse, hasta que descubre cómo es en realidad. En cierta ocasión, al producirse una revuelta en la ciudad, Sansa esta cerca de ser víctima de una violación, siendo rescatada por Sandor. Posteriormente, la joven recibe en sus aposentos la visita del Perro, bastante bebido y cubierto de sangre tras la batalla. Este le propone huir juntos, le dice que puede sacarla del palacio, y llevarla a salvo a donde ella quiere. Sansa rechaza su oferta, temerosa de quedarse a solas con tan oscuro personaje, y porque además, ya ha recibido otra oferta con un plan de rescate que parece serio y mejor. Sin duda, no creo que ellos dos terminen felizmente juntos, para nada. Sansa esta ahora en una interesante posición para dejar de ser una muchacha sosa y bobalicona, y convertirse en una mujer más sabia y fuerte, capaz de valerse por si misma y de participar en las intrigas de Poniente. Al pobre Sandor se le da por muerto, si bien, algunas teorías bastante sólidas indican que podría haberse unido a una orden de septones (o monjes) y que ahora vive en paz con ellos. Sea como sea, su relación, plagada de breves pero interesantes momentos, sigue sin duda una dinámica de la Bella y la Bestia. Posiblemente, la belleza y delicadeza de Sansa despierte emociones de amor y protección en Sandor, y es por eso que siempre anda a sus espaldas, protegiendo de cualquier daño a este "pajarito" como él la llama, e incluso, le ofrece sacarla de su jaula, para que deje de ser la doncella en una torre y se enfrente al mundo de fuera. En cuanto a Sansa, ella creo que mira a Sandor con una mezcla de temor y admiración. Le da miedo su carácter a menudo violento e imprevisible, y es consciente de su mala fama, pero probablemente, desearía ser tan fuerte e independiente como él. Creo que cada uno de los dos deja de algún modo, su huella en el otro, ayudando a ambos personajes a evolucionar en su mentalidad y psicología. 

Esto es todo por hoy. Creo que he empezado el año con buena racha con respecto al blog, inspirada con bastantes entradas que creo han sido chulas e interesantes. Tengo más en mente, así que no dejéis de pasaros por aquí. Espero que la buena racha dure tanto como sea posible, pero ya sabéis como esto de la inspiración, que viene y va caprichosamente. De momento, disfrutaré de que este de mi lado, y espero que me acompañéis, que pronto, habrá más y mejor en este blog. ¡¡Nos vemos!!


martes, 11 de febrero de 2014

ESPECIAL LITERATURA: EL VIAJE DEL HEROE

Me he planteado ofreceros un par de miniespeciales literarios (y que también tienen su reflejo en otros medios, como el cine, las series, y el cómic) que espero que os parezcan interesantes. En este, el primero de ellos, tratamos de nuevo sobre arquetipos mitológicos, un tema psicológico que me fascina que me resulta de gran interés. En este especial analizaremos lo que el psicólogo, crítico literario y experto en mitología Joseph Campbell dio en llamar "El Viaje del Héroe". En este análisis, publicado en su libro de 1949 "El Héroe de las muchas caras", Campbell trata de analizar el proceso por el que los héroes de las mitologías del mundo, así como los jóvenes héroes protagonistas de muchas otras historias pasan, como es su aleccionamiento y aprendizaje, los retos y dificultades por los que han de pasar, en un viaje que no solo es de acción y aventura, sino que, mucho más profundo e importante, es un viaje interior hacia lo más profundo de su ser, que hará al héroe ser digno de tal título, y alcanzar la sabiduría y la madurez para convertirse en dueño de su propio destino. En esta entrada, resumiremos un poco las fases de ese intenso viaje, y pondremos algunos ejemplos tanto clásicos, como más modernos, del cine y del cómic, que ilustran de forma bastante correcto esto a lo Joseph Campbell se refería.

Bien, de entrada, Campbell sostiene que este "Viaje del Héroe" lo realizan sobre todo los varones, los hombres jóvenes, no por un hecho de machismo, sino porque la mujer representa la creación y la vida, y debido a esto, ella posee una sabiduría ancestral que el varón no tiene, y es por ello que él debe emprender este viaje de búsqueda y de autoconocimiento, que le llevará como se solía decir tradicionalmente, a "convertirse en un hombre" y probar sus mejores cualidades ante sí mismo y ante el mundo. El joven héroe, posee, de entrada, unas características generales. Normalmente, se trata de alguien de origen humilde, que vive en un mundo tranquilo y sencillo, sin nada grandilocuente ni que se pueda llamar heroico. Es muy normal, y además necesario de algún modo, que el joven héroe sea un huérfano sin familia. Esto se debe a que en entorno familiar proporciona identidad y una seguridad que no llama a ningún viaje iniciático, sino a quedarse en casa y permanecer con la familia y crecer con ella. Además, la Unión con la Diosa (es decir, el encuentro con la mujer, la sensualidad, el amor) y la Expiación en el encuentro con el Padre (romper con la autoridad y las normas establecidas y crear su propio destino) son vitales como veremos en este viaje heroico, y, si nuestro joven héroe tuviera una familia, aprendería de su madre y de su padre todo lo que encontraría en esas fases concretas del viaje.

Ahora entramos ya a describir las fases y procesos del viaje, que principalmente, son tres: Partida, Iniciación, y Regreso. Pero dentro de estas fases, podemos distinguir algunas más. En su Partida, el héroe recibirá primero lo que Campbell dice que es una "llamada a la acción"; es decir, algo le dirá que las cosas no están tan bien como deberían, o bien que hay todo un mundo fuera del entorno sencillo y humilde en que ha crecido, y que hay retos de puede aceptar y superar. Es muy normal que, en primera instancia, y debido a su miedo e inseguridad, el héroe rechace esa llamada. Es complicado salir de nuestra zona de confort, donde nos sentimos seguros y a salvo, pero finalmente, el joven héroe aceptará su llamada, abrazando por primera vez un destino más grande que él mismo. Después de eso, aparecerá lo que Campbell llama la "ayuda sobrenatural". Para su búsqueda, el héroe recibe la ayuda de un mentor, hombre o mujer, normalmente, alguien mayor y más sabio, que responde a arquetipos como el de la Anciana (en la triple Diosa Arcana, Doncella, Madre, Anciana) o de Mago, o Viejo Ermitaño en los arquetipos masculinos. Este mentor o mentora proporcionará al héroe adiestramiento, conocimientos, ayuda, y en algunas ocasiones, apoyo material en forma de algún tipo de objeto de poder o talismán que este podrá usar en su viaje. Al final de este fase, el héroe se enfrentará a sus primeras pruebas reales, que Campbell llama "cruzar el primer umbral" (salir por primera vez de su mundo protegido y hacer frente a las dificultades del mundo de fuera) y "en el vientre de la ballena" (un reto que marcará especialmente al héroe, una especie de renacimiento que le hará más consciente de su potencial y poder) La fase de Iniciación se abre con el llamado "juicio del héroe" en el que, superadas las pruebas, se juzgará si este es digno o no de tal título. Después, vendrá el descubrimiento del sexo, del amor y de las pasiones, puesto que es el momento en que el héroe tiene su "encuentro con la diosa", encarnada en cualquier mujer que ame o desee. Tras haber salido del útero materno, simbolizado por el entorno protegido donde vivía de niño, el héroe retorna al mundo femenino, esta vez, como hombre ya preparado para afrontar los retos y dificultades de la vida en pareja, o de la paternidad, entre otros. Pueden surgir problemas, en los que entra las "tentaciones" de rendirse y abandonar. También entra en esta parte otra fase de gran importancia, "la expiación y el encuentro con el padre". Ahora, el que fuera niño se encuentra en la posición de padre, y por tanto, debe hacer frente a su superego (en el sentido freudiano) y a sus demonios y dragones, simbolizados por sus propios temores. Es entonces cuando el héroe alcanza su "apoteosis" y recibe su premio de los dioses en su encuentro con ellos, es decir, cosecha las recompensas de tan duras hazañas como ha realizado. Pero una vez hecho esto, el héroe debe tener su Regreso, es decir, volver al mundo confortable y seguro en que el estaba, una vez ha superado todas las pruebas y alcanzado su madurez. Esto no siempre es fácil para él (y puede ser la causa de la crisis de madurez de muchos hombres, incapaces de abrazar la sabiduría y serenidad de esos años maduros una vez han vivido la apoteosis de la juventud) y es normal que el héroe se niegue a volver. Después de todo, ¿quien quiere volver a ser un hombre normal, cuando ha sido un héroe, y volver a un mundo aburrido después de este viaje, y de las maravillas que ha visto y que ha hecho? Pero el "vuelo mágico", un último viaje de autoconsciencia puede ayudarle. En él, al fin, el héroe tiene las bendiciones del Dios y de la Diosa, del Padre y de la Madre, es decir, lo masculino y lo femenino (el ánima y el ánimus que diría Jung) están equilibrados y hay armonía y paz en su alma Y así, el héroe puede traspasar el "umbral del regreso", encontrar sentido a su existencia en un mundo que se le antojaba anodino, y convertirse en el "amo de dos mundos", el sagrado y tranquilo mundo femenino, la psique interna, y el mundo masculino de fuera, lleno de retos, alcanzando la armonía y dejando atrás todos los miedos e inseguridades, y teniendo la "libertad para vivir"como siempre ha deseado, siendo, como bien decía el poema de Invictus "el amo de su destino y el capitán de su barco".

La Partida y las primeras prueba del héroe, bien simbolizadas en el viaje de Ulises en La Odisea.

El nombramiento como caballero: un buen símbolo de que el héroe ha sido reconocido como tal, y esta listo para su reencuentro con la diosa

A veces, ser un héroe no es fácil... de ahí que incluso los mejores rechacen la llamada y rehuyan sus responsabilidades. 

Esquema del viaje

Este interesante ciclo es un profundo viaje, que llevará a los hombres a lo más profundo de su ser, y a encontrar al héroe que llevan dentro, y ser capaces de hacer frente a todos los retos y dificultades que se propongan, llegando al final a la autorealización, a la sabiduría y a la armonía. El Viaje del Héroe lleva siendo narrado desde tiempos inmemoriales, y esta muy presente en las mitologías de todo el mundo, sobre todo en la más conocida, la clásica grecolatina. También lo encontramos en historias y mitos más modernos, como en el cómic o el cine. Ahora pondremos algunos ejemplos para ilustrarlo. 

UN CLÁSICO: ULISES: 

Quizá Ulises, el héroe clásico, sea uno de los mejores ejemplos. Nacido en Ítaca, recibió instrucción como otros muchos héroes por parte del centauro Quirón (que sería su ayuda sobrenatural o mentor) y ganó la mano de su esposa Penélope con una carrera. Poco después de casarse, y del nacimiento de su hijo Telémaco, Ulises parte a la guerra de Troya. En la contienda, tiene ocasión de enfrentarse a sus pruebas, y probar su valor y astucia, muy en especial con su plan del famoso Caballo de Troya, que sirvió para que los griegos ganaran la guerra. Su viaje de regreso, narrado en la Odisea, resulta de lo más complicado. En él, aparecen toda clase de retos y dificultades, en forma de monstruos como el Cíclope Polifemo. También, hay tentaciones de no volver al hogar, en especial, en la forma de dos mujeres, la hechicera Circe y la semidiosa Calíope. Ambas, de alguna forma, impiden que Ulises se reencuentre con Penélope (encuentro con la diosa), si bien esta última, aunque enamorada de él hasta el punto de que desea hacerle inmortal para que se quede con ella toda la eternidad, comprende que el héroe debe regresar con la mujer a la que pertenece, y le ayuda en ese propósito. Tras eso, Ulises regresa a Ítaca, donde da muerte a todos los pretendientes que, dándole por muerto, ansiaban casarse con Penélope, es reconocido por su esposa y su hijo, y se reune con ellos, regresando así al calor y la tranquilidad del hogar. Durante su viaje, Ulises cuenta siempre con la ayuda de la diosa Atenea, con quien la propia Penélope es a menudo comparada, pero también con la oposición del dios Poseidón (un dios con un fuerte arquetipo paternal) No obstante, al final, Poseidón admite su derrota, pues Ulises le ha hecho frente, y a pesar de todo, ha logrado regresar a casa a pesar de todas las dificultades (expiación con el padre)

UN EJEMPLO DE CÓMIC: SPIDERMAN: 


Por supuesto que muchos de los héroes más famosos del cómic siguen de alguna forma este viaje, casi cualquiera podría servirnos de ejemplo, pero escojo a uno cuya trayectoria conozco más o menos bien y que es de mis favoritos, además. El joven Peter Parker tiene todas las características iniciales que Campbell comenta: es un muchacho de origen humilde, que vive en un mundo sencillo y casi aburrido, y además, huérfano de padres y criado por sus tíos. Su llamada a la acción se produce al obtener sus poderes arácnidos tras la picadura de esa araña radiactiva, y tener que tomar una decisión: ¿Para qué utilizar estos poderes? La pérdida de su única figura paterna, el tío Ben, hace que Peter aprenda la famosa lección de que todo gran poder conlleva una gran responsabilidad, y abrace su nueva condición de héroe, iniciando su viaje. En él, Peter ha hecho frente a grandes enemigos, y siempre ha vivido buscando el difícil equilibrio entre ser Spiderman y ser Peter Parker. Ha buscado la unión con su diosa muchas veces, conocemos sus relaciones con la pobre Gwen Stacy (cuya muerte le marcó para siempre) o con su adorada Mary Jane Watson. Ha habido tentaciones de abandonar, abrumado por el peso de la responsabilidad, y por el temor de que sus acciones como héroe pusieran en peligro a los que él más ama. También, ha habido tentaciones de ceder a lo peor de sí mismo, y caer en su lado más oscuro, del que Venom es el perfecto símbolo y reflejo. Incluso en la línea de Ultimate Spiderman, Peter se sacrificó, dando su vida, y dejando su legado a un nuevo héroe arácnido, Miles Morales. 

3. DOS EJEMPLOS PERFECTOS EN DOS GRANDES SAGAS DE LITERATURA Y CINE: 

FRODO BOLSÓN (EL SEÑOR DE LOS ANILLOS)

LUKE SKYWALKER (STAR WARS)

Sin duda, estos dos personajes son estupendos y perfectos ejemplos del Viaje del Héroe, y son incluso usados al final del libro de Jean Shinoda Bolen "Los dioses de cada hombre" como ejemplos de una masculinidad nueva, más abierta y completa, que sólo se puede obtener si se rompen los estereotipos y si proponen nuevas ideas, como las que se adquieren tras este gran viaje iniciático. En el primer caso, el de Frodo, el sólo aspecto físico de los hobbits, de pequeño tamaño y caritas adorables, nos hace pensar en un niño, un niño que vive además en el hermoso y aislado entorno de la Comarca, ajeno a retos y a aventuras difíciles. La llamada a la acción de Frodo llega cuando descubre que el anillo que heredó de su tío Bilbo no es sino el Anillo Único, que entraña gran peligro para la Tierra Media, y debe ser destruido. Frodo emprende entonces su viaje, plagado, como bien dice Sam en su conmovedor discurso, de oscuridad y de peligros constantes. En él encontrará dos figuras de mentores: una masculina, la de Gandalf (perfecto arquetipo de Mago, y de hombre sabio) y la femenina de Galadriel (una figura de Reina, y de Anciana a pesar de su aspecto juvenil, es decir, una mujer madura y también sabia) Ambos le proporcionan a Frodo el apoyo moral, el consejo y los medios materiales para llevar a cabo su misión. La expiación de Frodo no se produce por una figura paterna, sino más bien, por la figura de Gollum, que actúa como reflejo de él y le muestra lo que le puede pasar su cede a las tentaciones de grandeza y poder. Es este reflejo moral el que hace que Frodo al final, haga lo correcto y destruya el Anillo. Su regreso no es fácil: para cuando vuelve a la Comarca, el mundo ha cambiado demasiado para él, y aunque Sam encuentra la paz en una unión con la diosa, en su matrimonio con Rosie y en su familia, Frodo siente que necesita algo más, y parte junto a los elfos y junto a su tío Bilbo, en busca de lugares nuevos y más calmados donde hallar esa armonía que tanto necesita. En cuanto a Luke, al igual que Peter Parker, y que muchos héroes de cómic y protagonistas de Bildungsroman, es un joven huérfano, viviendo en un entorno aislado y tranquilo, y lleno de sueños y esperanzas de ser algo más. Su llamada a la acción es encontrar en R2D2 el mensaje de Leia, el cuál, le conduce hasta su primera figura de mentor y ayuda sobrenatural: Obi-wan, el cual le proporciona un talismán especial para ayudarle en su búsqueda, la espada láser que perteneció en su día a su padre, y comienza a entrenar a Luke en los caminos de la Fuerza. Obi-wan muere, pero Luke encuentra en Yoda una nueva figura de mentor, que terminará su adiestramiento. En su inexperiencia, Luke se precipita hacia una prueba para la que no estaba preparado, y que trastoca su mundo para siempre: su momento de expiación con el padre es terrible y literal, pues Luke se enfrenta a Darth Vader ignorando que él es su verdadero padre. Después de eso, vemos un Luke claramente más completo y maduro, listo para el gran reto de salvar a su padre de la oscuridad, y de mostrarle que un hombre puede ser de otra manera, libre de estereotipos y libre para seguir su corazón. Luke se convierte ya en el Universo Expandido, en un hombre maduro y sabio, en un Maestro Jedi y en padre de un hijo, Ben. Aunque Leia, su hermana gemela, actúa de alguna forma como su contraparte femenina, su ánima en algún sentido, la unión de Luke con su diosa se produce cuando encuentra a Mara Jade, en el Universo Expandido. A ella también la salva de la oscuridad y ambos se casan y tienen a su hijo, a quien llaman como uno de los mentores de Luke (Obi-wan o Ben Kenobi)

Y esto es todo por hoy. Recordad, gente: todas las mujeres somos diosas, y todos los hombres pueden ser el héroe de su propio mito, así que buscad dentro de vosotros, emprended vuestro viaje, y a ver que sale. Cerramos con canciones, sé que algunas ya se han dejado caer por aquí, pero de eso hace tiempo, y ya que vienen al caso, allá vamos con ellas.




lunes, 10 de febrero de 2014

RED (Multireseña: películas + cómic)

Ayer Antena 3 emitió de nuevo esta película de 2010, que ya estrenaron en televisión, y que vi por segunda vez. Fue uno de esos descubrimientos, una de esas pelis que no piensas que vayan a gustarte tanto, pero te encantan. De entrada, tiene un reparto de lujo, plagado de veteranos de sobra conocidos como Bruce Willis, Morgan Freeman, John Malchovich y Helen Mirren, a los que acompaña una actriz más joven, Mary Louise Parker que, aunque algo más joven, no les va nada a la zaga. Red cuenta la historia de Frank Moses, un agente de la CIA retirado, que ahora, disfruta de una vida tranquila donde la mayor emoción es romper el cheque de su pensión para poder hablar con Sarah, la operadora que siempre le atiende y por la que esta empezando a sentir algo, que es correspondido por ella al otro lado del teléfono. Sin embargo, la tranquilidad de Frank se verá alterada cuando alguien de su "empresa" intente matarle. Difícil saber por qué, dado que en su día fue uno de los agentes más activos y llevó infinidad de casos. Frank logra llegar hasta Sarah, temiendo que la joven puede correr peligro por las conversaciones que ambos mantienen al teléfono y que sin duda, han sido escuchadas. Reune después a sus antiguos compañeros, Joe, Marvin y Victoria, puesto que quizá vayan tras ellos también, y juntos, emprenden un viaje con una misión muy concreta: descubrir quien intenta "desactivarles" para siempre.

La película es una explosiva mezcla de acción y comedia, dos géneros en los que su protagonista, Bruce Willis, se mueve como pez en el agua. En cuanto a los demás, que vamos a decir de semejante reparto, solo menciona la presencia de otro actor, menos conocido quizá que los que encabezan el cartél, pero muy versátil y de gran talento: Brian Cox, que interpreta a Ivan, un ex espía ruso, antiguo rival de Frank y antiguo amor de Victoria, que en esta ocasión se unirá al grupo como aliado. Y también tenemos a Karl Urban, un actor que se esta labrando poquito a poco su hueco en Hollywood, y que interpreta al novato y ambicioso agente de la CIA que persigue a esta peligrosa pandilla de jubilados. Es una película ágil, trepidante, que alterna momentos realmente graciosos con otros de pura acción, con explosiones, persecuciones, tiroteos, planes y demás. Además rompe una lanza en favor de la gente de cierta edad, a los que esta sociedad moderna que hoy en día, que adora todo lo nuevo, enseguida da de lado y aparca, olvidando que la experiencia es un grado, y que estos supuestos "abueletes" tienen más de un as en la manga, y más de una lección que enseñar a estos mozalbetes que tan poco respeto muestran por las canas. Yo recomiendo esta peli, sin duda, porque os lo vais a pasar muy bien viéndola, disfrutando de grandísimos actores, buen humor e impresionantes secuencias de acción que no decepcionarán a los que les guste este género.

La segunda parte de esta historia fue estrenada el pasado verano, estará disponible en dvd, en descarga y online, pero aún no en televisión en abierto. Aprovechando el tirón, la he bajado y visto. Tenemos más o menos lo mismo: mucha acción, esta vez mucho más internacional, ya que el equipo parte en busca de un arma muy peligrosa, que se perdió en la Guerra Fría, y el mismo reparto de oro (con la excepción de Morgan Freeman) al que se unen Catherine Z Jones y nada menos que sir Anthony Hopkins. El humor sigue estando muy presente, sobre todo a causa de la relación de Frank y Sarah, y de como todos los demás personajes van opinando sobre ellos y sus problemas. Pero sobre todo, atentos al momento del hospital psiquiátrico, con Helen Mirren fingiendo estar loca, y gritando "soy la reina de Inglaterra" (papel que bordó no hace muchos años hasta ganar el Oscar) o a las referencias a Hanibal Lecter, el más memorable de los papeles de Anthony Hopkins, cuando este aparece por primera vez en su celda, con música clásica como acompañamiento. En este nueva misión, Sarah se ira involucrando más y más, dejando de ser una rehén o una damisela en apuros, alguien solo implicado en el meollo de casualidad, y pasando a llevar una parte más activa Habrá un inesperado giro argumental, que por supuesto, no revelo, y un final igualmente inesperado, y que llegará de la mano de un golpe bastante genial. No obstante, de nuevo, el final es abierto, y aunque no se nada al respecto, quizá haya una tercera parte, quien sabe. Imagino que todo depende de guionistas, directores, y de la disponibilidad del reparto. No sería muy mala idea, ya que estas películas tienen un nicho de taquilla asegurado, al menos para recuperar lo que se haya invertido en ellas, ya que tienen nombres en su elenco que atraen por sí solos, y además, son divertidas, trepidantes, y te hacen pasar un buen rato con tu coca-cola y tus palomitas.

Lo que quizá algunos no sepáis, es que estas pelis están basadas en una novela gráfica independiente del mismo título, Red, de Warren Ellis, un guionista de cómics que también ha trabajado con Marvel, además de crear sus propias historias. Esta fue publicada por DC, y lo cierto es que digo que las películas están basadas en el cómic porque este es mucho más violento y serio que las adaptaciones cinematográficas. En él, vemos a Paul Moses (que no Frank) como un hombre desesperado que trata de descubrir por qué sus antiguos jefes quieren matarle. Igual que su contrapartida de las pelis, Paul también mantiene contacto telefónico con su operadora asignada, una joven llamada Sally, que no Sarah, por la quien también parece sentir algo. Pero a diferencia de las cintas, donde Frank y Sarah llegan a ser una pareja más o menos bien avenida, Paul y Sarah solo hablan una vez cuando él le pide ayuda para entrar en el edificio de la CIA en Langley Falls, Virgina. Luego, para no meterla en problemas, y por el bien de la seguridad de la joven, se despide de ella asegurando que no volverán a verse más. Paul arremete contra todo y todos los que se ponen en su camino, alegando que han sido ellos los que han despertado al monstruo que crearon, y que si no le dejan tranquilo, nadie tendrá paz. La novela gráfica esta dividida en tres partes, aunque creo que también esta disponible en un solo tomo, tanto para comprar como para descargar. Es una buena historia, aunque como digo, mucho más oscura y salvaje que las películas que ha terminado inspirando.

Y en fin, esto es todo por hoy. Espero que os haya gustado la recomendación, y que os animéis a ver las pelis o a leer el cómic, que seguro que os gustaran. Yo ahora me retiro de Internet, a cenar, leer un ratito tranquila y a descansar. Mañana, más y mejor en Mi pequeño Mundo. ¡¡Nos vemos!! ¡¡Besitos!!

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